jueves, 14 de abril de 2016

Práctica 6 - Ducha y baño

En esta práctica vamos a realizar una lista justificada con las razones sobre por qué razón se recomienda la ducha frente el baño en los niños.

Muchas personas afirman, que a los niños de edades comprendidas entre 0 y 6 años es mejor ducharlos, que bañarlos. Pero... ¿Cual es la causa de esta afirmación?

Una de las razones es que la piel se reblandece. Y es que cuando llevamos un rato sumergidos en el agua las yemas de los dedos de las manos y de los pies se arrugan. Este comportamiento se debe a la forma en que responde la piel ante la humedad y a la propia composición de la piel, que está formada por dos capas principales: la dermis y la epidermis. Estas capas están unidas, pero existe un pequeño espacio intermedio.
Aunque es la principal barrera de nuestro organismo frente al exterior, la piel no es impermeable, ya que absorbe agua del aire y, en mayor medida, absorbe agua cuando nos bañamos.
En las manos y los pies, la piel es más gruesa y eso hace que absorba más agua que el resto del cuerpo. A medida que la epidermis se hincha, se separa de la dermis y forma surcos, sobre todo en las yemas de los dedos, pues en las palmas y en las plantas las dos capas están más unidas.
Después de un baño, la piel arrugada del niño se reblandece enseguida al salir del agua. Al lavar la piel en agua con jabón se eliminan los aceites naturales que recubren la piel y que impiden que el agua escape.
Otra de las razones es que se erosiona la barrera natural defensiva de la piel. Ésta nos proporciona cierta inmunidad ante agentes exteriores, por lo tanto, si erosiona, se desgasta y ya no estamos protegidos.
Por todo ello, para un niño es más recomendable una ducha que un baño. La ducha significa menos tiempo de exposición del niño al agua y a jabones, aceites, etc.

                                

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